30 septiembre 2008

Pausa reflexiva

Queridos Hermanos todos:

Como ya se enunció en el momento de la creación de esta bitácora, el objetivo de la misma es ayudarnos, entre todos los Francmasones de bien, a pensar en nuestra maltrecha y amada Institución Masónica (también conocida como GLE).

Este quiere ser un foro de discusión en positivo, en donde podamos intercambiar ideas que nos ayuden a mejorar, a ver con mayor claridad la Luz y que nos ayude en nuestros trabajos cotidianos de perfeccionamiento de la Orden.

No hemos tenido necesidad (con alguna salvedad) de practicar censura sobre la mayoría de los comentarios que nos aportáis. Sin embargo, observamos con preocupación y decepción el bajo nivel intelectual en muchos de los contenidos que últimamente se escriben.

Este no es un foro para aliearse a favor o en contra de uno u otro Hermano (incluido el MRGM). Poco haríamos por la Orden si fuera así. Estamos seguros que se pueden aportar buenas ideas para mejorar nuestra Institución, nuestra Constitución y los Reglamentos Generales que nos gobiernan.

Si sólo estamos pendientes de quien ocupa, en un momento determinado, la silla del Rey Salomón en la GLE, lo cierto es que desaprovechamos un tiempo precioso que deberíamos dedicar a trabajar en pro de la Francmasonería Española y de sus Logias. Y, la verdad, la impresión que da (sobre todo a los Hermanos más jóvenes que nos leen) es que se quiere quitar a unos Hermanos para, simplemente, ponerse otros en su lugar.

Hermanos. Todo lo que aquí se está escribiendo sobre nuestra normativa configura un archivo que podrá ser consultado y revisado, en el futuro, cuando corresponda, para ayudarnos a actualizar y modernizar los citados Estatutos y Reglamentos. Estos temas hay que trabajarlos con tiempo y no hacerlo con prisas de última hora (defecto latino y mediterraneo muy habitual).

Así pues, os conmino a retomar el tiempo del trabajo y a evitar, en la medida de lo posible, el tipo de comentarios supérfluos, vanales e, incluso, estúpidos, que no llevan a ningún sitio más allá de la propia estupidez de quien los escribe.

Libertad, Igualdad, Fraternidad.

Rasputín y sus Hermanos.

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