20 febrero 2009

Equivocarse es humano, perdonar es divino y enmendarse es masónico

Queridos Hermanos todos:

En pasos perdidos últimamente se escucha una palabra por encima de las demás: reconciliación. En términos masónicos a esto le llamamos "pasar la llana", como ya sabéis.

Si consultamos el DRAE (Diccionario de la Real Academia de la Lengua Española -que no castellana-) define reconciliar de varias maneras; quisiera destacar dos de ellas:
- Volver a las amistades, atraer y acordar los ánimos desunidos;
- Restituir al gremio de la Iglesia a alguien que se había separado de sus doctrinas.

Las dos son muy interesantes:
- la primera por lo que significa de fraternidad;
- la segunda por lo que nos da a entender en relación con una Orden y una Doctrina.

Hay un pensamiento filosófico que dice: "No hay actos perfectos, sólo intenciones perfectas". Es así, pues, que en nuestra Institución Francmasónica debemos dar ejemplo y recuperar, con un triple abrazo, a todos aquellos Hermanos que han errado, lo reconocen y quieren "pasar la llana", reconciliándose con el resto de la Fraternidad.

Como bien dice nuestro Hermano Demóstenes, ello no significa que quienes no obraron bien en el desempeño de un Oficio vayan a permanecer en éste u otros similares. Los Hermanos que se equivocaron, siempre con intenciones perfectas, deberán comprender y aceptar que durante largo tiempo tendrán que volver a trabajar su Piedra Bruta en sus Logias, hasta volver a ver la verdadera Luz que viene de Oriente.

Estamos en los albores de una nueva Francmasonería Española. Nuestro deber, el deber de todos los Francmasones Españoles, es trabajar hermanados para levantar los cimientos y los muros de este nuevo Templo del Conocimiento y la Sabiduría. Como decimos en el título: "Equivocarse es Humano, perdonar es Divino y enmendarse es Masónico".

Recibid todos un T.·.A.·.F.·.

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